Christina y los subterraneos - Mil pedazos

15 mayo 2009



Cuatrocientos golpes,
contra la pared,
han sido bastantes,
para aprender.

A encajar con gracia,
y caer de pie,
esconderlo dentro,
y llorar después.

Por eso cuando dijo,
que no me quería,
apreté los dientes,
dije que me iría.

Mil pedazos,
de mi corazón,
volaron por toda,
la habitación.

Se quedaros todos,
rotos por el suelo,
uno fue a clavarse,
en su chaqueta de cuero.

Los cogí de prisa,
y me los guardé,
por si hacían falta,
para otra vez.

En medio de mi pecho,
quedó un agujero,
por que no se viera,
puse mi sombrero.

Mil pedazos,
de mi corazón,
volaron por toda,
la habitación.

Mil pedazos,
de mi corazón,
volaron por toda,
la habitación.

Dejé sólo un trocito,
dentro de su bota,
para que le duela,
si se va con otra.

Mil pedazos,
de mi corazón,
volaron por toda,
la habitación.

Mil pedazos,
de mi corazón,
volaron por toda,
la habitación.

Por toda la habitación,
por toda la habitación.

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